La situación epidemiológica que tiene la ciudad guantanamera ha requerido la unificación de esfuerzos, asegura el Licenciado Enrique Tito Hernández, jefe del Departamento de Vectores en el municipio Guantánamo.
“Decidimos reunir a toda la fuerza laboral de la campaña, ya que el déficit de personal en los operarios ha sido significativo. Actualmente, solo el 45 por ciento de los trabajadores del área están cubiertos, pero seguimos avanzando con el apoyo de brigadas, estudiantes de Medicina y la fuerza de trabajadores del Inder, que se encargan de avisar en las cuadras y coordinar la fumigación”.
Para Enrique Tito, la clave está en el trabajo coordinado y la integración de todos los sectores. “Para organizar las áreas de fumigación, realizamos reuniones técnicas todos los viernes. Allí analizamos los datos actualizados y definimos los próximos pasos a seguir”, menciona.
Una de las tareas más desafiantes es eliminar los focos. “El principal foco de infestación está en los depósitos de agua dentro de las viviendas. El mosquito transmisor del dengue y chikungunya se cría allí. Por eso insistimos tanto en que las personas hagan un auto-focal familiar, es decir, que limpien y traten sus depósitos de agua cada siete días con abate y los tapen herméticamente”, afirma Enrique.
Aunque los recursos para fumigar y el abastecimiento de insecticidas están asegurados, la falta de personal, especialmente en las tareas de tratamiento focal, (quienes visitan las viviendas para realizar una evaluación personalizada de los focos de infección), sigue siendo una tarea pendiente, asegura Juan Alcides Correoso Loday, director provincial de Vigilancia y Lucha Antivectorial.
“En Guantánamo estamos trabajando al 45 por ciento de la fuerza, pero en otros territorios como Baracoa, Imías o Caimanera, la cifra es aún más baja”, explica, señalando que, a pesar de los esfuerzos de contratación, todavía es difícil cubrir todos los puestos.
Todos contra el vector
A nivel provincial, la situación sigue siendo compleja. La doctora Arianna Benech Jiménez, directora del Centro Provincial de Higiene y Epidemiología, resalta que la situación de las arbovirosis es complicada, especialmente en los municipios de Guantánamo, Caimanera, Manuel Tames, Baracoa e Imías, donde los casos de dengue y chikungunya siguen siendo elevados.
“La complejidad de la situación se incrementó después del paso del huracán, que nos obligó a pausar las actividades durante una semana, pero a partir del 1 de noviembre, se han reanudado las acciones de estratificación de riesgo y fumigación, comenta Benech Jiménez… Leer más
Fuente: Periódico digital Venceremos

