Las altas temperaturas y las lluvias producen riesgos de aparición de casos de Enfermedades Diarreicas Agudas (EDA) en la población, que tienen su puerta de entrada en las condiciones que favorecen la proliferación de bacterias, parásitos y virus, de ahí el llamado a extremar los cuidados en el hogar, para evitar esas afecciones que tanto malestar generan y pueden llegar a provocar deshidratación, entre otras complicaciones.
El agua también puede ser un trasmisor de agentes infecciosos al organismo, no solo cuando hay frecuentes lluvias -por la turbiedad con que llega el líquido-, sino cuando hay sequía y se contamina por mala manipulación o deficientes condiciones de almacenamiento.
Por eso, es importante hervir el agua y tratarla antes de ser ingerida.
La prevención de las EDA está en la práctica de correctos hábitos higiénicos personales, ambientales y comunitarios.
Como la vía de trasmisión más frecuente es la fecal-oral, es decir, alimentos o agua contaminados con heces, lavarse las manos adecuadamente constituye la principal línea de defensa frente a la propagación de muchas enfermedades, entre ellas, las diarreicas, por lo que se recomienda hacerlo con agua tratada y jabón antes y después de comer; de cocinar o de dar alimentos a los niños; luego de ir al baño o de cambiar pañales, y de amamantar, además, tras estornudar o toser.
Antes de consumir las verduras y frutas deben lavarse con abundante agua; se deben cocinar suficientemente los alimentos y los crudos, mantenerlos refrigerados y separados de los cocidos.
También es beneficioso usar sustancias desinfectantes para la limpieza de la casa; mantener correctamente tapados los cestos con desechos de comida y otros residuos, que deben eliminarse diariamente.
Si se tiene animales (cerdos, caballos, perros, aves…) se requiere mantenerlos en corrales limpios.
Ahora bien, ante la aparición de síntomas, como vómitos, fiebre, dolores abdominales y deposiciones acuosas con sangre o no, es importante tener Sales de Rehidratación Oral, o saber cómo prepararlas de forma casera. Es necesario dar al enfermo esta mezcla de agua segura, sal y azúcar, para que su organismo reponga rápidamente el agua y los electrolitos perdidos en las heces.
Pero tener a mano el medicamento no significa no acudir al médico. Ante la presencia de la diarrea u otros síntomas, es importante la evaluación del facultativo, sobre todo, si se trata de embarazadas, niños, ancianos o personas con enfermedades crónicas.
Todos estamos en riesgo, cuidémonos.
Fuente: Periódico digital Venceremos