Los betabloqueantes tópicos para el tratamiento del glaucoma tienen una mayor absorción por el sistema vascular conjuntival a diferencia de lo que se pensaba, ya que evitan el metabolismo hepático, pudiendo llegar a provocar efectos sistémicos adversos como trastornos del sistema de conducción, los cuales son más frecuentes en pacientes con trastornos cardíacos y de edad avanzada, por lo que ante todo paciente con evidencia de trastornos de la conducción y antecedente de glaucoma, se debe interrogar intencionadamente sobre el uso de fármacos betabloqueantes como el timol, ya que muchas veces este no es considerado parte de su tratamiento, al administrarse de manera tópica.
En este artículo se presenta el caso de una paciente de 62 años de edad con antecedente de uso crónico de timolol en gotas oftálmicas, la cual presentó bloqueo auriculoventricular de tercer grado, ameritando colocación de marcapasos definitivo.
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Tomado de Infomed Nacional