En su obstinado afán de perjudicar a Cuba, Marco Rubio llegó a Jamaica, la primera parada de su gira por el Caribe, despotricando una vez más contra los médicos cubanos. “Es trata de personas… hay que retirarles las visas”, repitió el secretario de Estado. Pero ese discurso viciado ya nadie se lo cree.
La réplica del primer ministro anfitrión, Andrew Holness, no se hizo esperar. En la conferencia de prensa conjunta, le dejó bien claro a Marco Rubio que los galenos cubanos han sido de gran ayuda para su país, ante el déficit de personal sanitario, y que su presencia en la nación caribeña se ajusta a los parámetros de acuerdos de cooperación internacionales.
Días antes, la ministra de Relaciones Exteriores y Comercio Exterior de Jamaica, Kamina Johnson, también había afirmado que la cooperación médica que mantiene Cuba en su país “es legítima” y que definitivamente “no es un ejemplo de tráfico de personas”.
El pasado 25 de febrero, Marco Rubio anunció restricciones a las visas para funcionarios del Gobierno de Cuba y cualquier otra persona en el mundo que supuestamente sea “cómplice” de los programas de colaboración médica cubana en el extranjero. Una declaración del Departamento de Estado aclaró que la medida se extiende a los funcionarios “actuales y anteriores”, pero también a la “familia inmediata de dichas personas”.
En el editorial “Dejen a los médicos cubanos”, el periódico jamaiquino The Gleaner valoró esa política de Washington, “…cuyo daño no solo lo sentirá Cuba, sino también la gente pobre de África, Asia y las Américas, incluidos varios países del Caribe, Jamaica entre ellos. Costará vidas y, posiblemente, la consecuencia no deseada de sumarse a los factores que impulsan a los migrantes ilegales de sus países de origen a los Estados Unidos. Algo que la administración Trump se opone vehementemente”… Leer más
Fuente: Cubadebate