Algunas mujeres dejan de realizarse la prueba citológica, llamada también prueba de Papanicolau, en honor al médico griego Georgios Papanicolau, que en los años 40 del pasado siglo descubrió que con la toma de muestras de células del cuello del útero podía detectarse precozmente el cáncer cérvico uterino.
La causa de este rechazo es el temor a sentir molestias por la introducción del espéculo en la vagina o a que le descubran un proceso maligno, o simplemente no le conceden la debida importancia, cuando en realidad esta prueba es un derecho de las féminas a favor de su salud. Demora pocos minutos, no causa dolor y es la posibilidad de evitar un mal que cobra vidas.
En una publicación del mes de noviembre del pasado año del director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, señaló que cada año en el mundo más de 350 mil mujeres fallecen por cáncer de cuello uterino y a otras 660 mil se les diagnostica esta enfermedad. Estas pérdidas, subrayó, dejan huérfanos a sus hijos, empobrecen a sus familias y golpean duramente a las comunidades, privándolas de madres, esposas, hijas y hermanas.
¿Qué mejor argumento para realizarse la prueba citológica que evitar que esto suceda?
Nuestro Programa Nacional de Diagnóstico Precoz del Cáncer Cérvico Uterino contempla la realización de la prueba en el consultorio del médico de la familia a partir de los 25 y hasta los 60 años, cada tres años, aunque antes o después de esas edades se efectúa si se detecta algún elemento sospechoso.
Según los especialistas, este tipo de cáncer se desarrolla asintomático, de forma lenta, primero con la aparición de células anormales o displasia. Con la prueba se descubren esas células premalignas, y detectadas a tiempo pueden tratarse y curarse.
Hay mujeres que se asustan cuando son citadas para la consulta de patología de cuello, porque su prueba dio positiva, sin embargo, ello no significa que tenga cáncer, sino que debe estudiarse para indicarle el tratamiento adecuado.
Si bien es una enfermedad prevenible si se detecta a tiempo, y curable, es oportuno que se conozcan los factores de riesgo de padecerla, enunciados por los especialistas: la promiscuidad de las relaciones sexuales, convivir con una pareja masculina que ha tenido o tiene varias parejas sexuales; la edad temprana en la primera relación sexual; un gran número de partos; la infección persistente con el Virus del Papiloma Humano (VPH) u otros, la inmunosupresión; el abuso de los anticonceptivos orales; hábitos tóxicos como el tabaquismo, las drogas y el alcoholismo.,
En 2018, la OMS hizo un llamamiento mundial a la acción para eliminar el cáncer de cuello uterino que llevó a sus 194 estados Miembros a adoptar en 2020 la Estrategia Mundial para Acelerar la Eliminación del Cáncer de Cuello Uterino como Problema de Salud Pública.
Como parte de este propósito en Cuba se inició el pasado octubre la campaña de vacunación contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) a las niñas de 9 años, una de las indicaciones de la OMS, además de trabajar para que se realicen la prueba citológica el mayor número de mujeres comprendidas en edades de riesgo.
En solo unos minutos, la mujer cubana puede tener la tranquilidad de que una sencilla prueba la puede librar de padecer cáncer del cuello uterino. Más que una posibilidad es un derecho que el sistema de salud cubano le concede en favor de su salud.
Fuente: Periódico digital Trabajadores

