Varios centros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), entre ellos el Instituto de Biología Integrativa de Sistemas (I2SysBio, CSIC-UV), el Instituto de Química Orgánica General (IQOG), el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) y el Instituto de Biomedicina de Valencia (IBV) del CSIC, junto al Centro de Investigación Biomédica en Red en Enfermedades Raras (CIBERER) y el Centro de Investigación Cooperativa en Biomateriales (CIC biomaGUNE) colaboran en el desarrollo de un nuevo compuesto antiviral basado en quitosano, también llamado chitosán, un material derivado de quitina, una sustancia natural presente en el exoesqueleto de crustáceos como cangrejos y camarones.
El Dr. Alfonso Fernández-Mayoralas, Profesor de Investigación en el IQOG-CSIC, lidera esta investigación con el objetivo de desarrollar un espray nasal a partir de antivirales derivados de quitosano, que, dispersos en la cavidad nasal, puedan formar una capa protectora en las membranas mucosas, ayudando a reducir la propagación y replicación del virus. «Nuestra propuesta —explica el investigador— es desarrollar un espray nasal para prevenir y tratar infecciones respiratorias virales. En el caso de tratamiento de la infección, nos planteamos desarrollar también un inhalador que permita la administración directa de medicamentos a los pulmones«.
Como el propio Fernández-Mayoralas detalla, todo comienza en el año 2018, cuando «nuestro grupo de investigación descubrió que la transformación química de quitosano mediante una reacción de sulfatación daba lugar a nuevos compuestos con propiedades biológicas similares a los sulfatos de heparano, una familia de polisacáridos tipo heparina que se encuentran en la superficie celular y en la matriz extracelular con funciones biológicas muy relevantes».
Entre esas funciones, por ejemplo, los sulfatos de quitosano mimetizaron la función de los sulfatos de heparano durante la diferenciación y proliferación de células precursoras neurales. «En los primeros meses de 2020, un grupo de investigación británico publicó un trabajo mostrando que el virus que provoca la COVID-19, el SARS-CoV-2 2 (del inglés Severe Acute Respiratory Syndrome Coronavirus), se adhiere a los sulfatos de heparano que se encuentran expuestos en la superficie celular antes de unirse al receptor ACE2 e iniciar la infección. A partir de esos resultados, pensamos que nuestros sulfatos de quitosano expuestos en el medio extracelular pudieran actuar como trampa señuelo al que se uniese el virus, evitando que se adhiera a las células epiteliales y ralentizar de este modo el proceso de infección»… Leer más