En la década de los 90, en pleno rescate del valor de la actividad del profesional farmacéutico y por iniciativa de la Dirección Nacional de Farmacia y Óptica del Ministerio de Salud Pública de Cuba, y de la Sociedad Cubana de Ciencias Farmacéuticas (SCCF), se decidió retomar la celebración del Día del Farmacéutico Nacional, que había transitado por diferentes fechas en la pseudo república y todavía no estaba definido.
Por consenso se escogió el 22 de noviembre, día del natalicio de Antonio Guiteras Holmes, farmacéutico graduado en la Universidad de La Habana y orgullo de nuestra patria, por ser, además, un destacado combatiente popular, organizador de la insurrección armada del 29 de abril de 1933 y en 1934 formar parte del Gobierno de los 100 días, tomando medidas enérgicas y radicales de carácter popular y antimperialista, entre ellas, la implantación de la jornada laboral de 8 horas, el reparto de tierras a campesinos, la intervención de la Compañía de Electricidad (norteamericana), etc.
Su agudeza política lo convirtió en un visionario del futuro de Cuba. Antonio Guiteras Holmes también dedicó sus esfuerzos a promover el desarrollo de la farmacia en Cuba.